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Lo admito, soy bloggera. No seré de las bloggers influyentes
de esas a las que invitan a mil presentaciones y les regalan cosas para que las
alaben en sus blogs, básicamente porque ni me vendo y tampoco soy lo
suficientemente constante como para
escribir a diario.
Mi primer blog nació alrededor de 2003, en live Microsoft, y
he pasado por livejournal, blogger e incluso e intentado llevarme bien con
wordpress (sin mucho éxito, la verdad). Durante todos estos años he visto
muchas cosas, entre ellas el anuncio una y otra vez de la muerte de los blogs…
Ahora mismo, y cómo he dicho al principio, vivimos la era de
la diva bloggera. Perdón, de las divas bloggeras. Personas que hacen fotos
estupendas, saben sobre rankings y motores de búsqueda, generalmente tienen una
tendencia un poco rara a tener sábanas blancas en la cama… Me imagino que para
que queden bonitas en fotos…
El problema de las divas bloggeras es básicamente uno… Todas
nos venden un estilo de vida similar: creatividad, estilo al vestir… Me acojona
bastante. Nos estamos dejando homogeneizar dónde deberíamos ser más diferentes
cada uno…
Cuando me preguntan que para qué tengo un blog, si ni tengo
intención de monetizarlo, me importan los rankings tengo clara la respuesta:
escribo un blog porque tengo cosas que contar, y aunque no me escuche nadie…
tengo que contarlas.
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