miércoles, 28 de agosto de 2013

Hasta siempre Copito

Llegó en un puente de Andalucía, en una caja de la que le daba miedo salir. Llegó con una pedazo de mentira, unos exámenes de mi hermano que no llegó a tener y que sirvió para que entrara en casa algo que siempre había querido: un perro.

Cuando llegó era una bolita, blanca, con la nariz rosa y que lloraba porque no quería estar solo. Mi hermano se levanta súper temprano, a darle el biberón antes de ir al instituto. Cuando llegó, rompió mis peluches y mil cosas, pero nos dio tanto cariño, que hubiera podido romper mil más.

Copito, llegó para hacernos felices. Llegó para aguantar mis lágrimas. Llegó para escuchar temas de historia y salir a pasear. Copito estuve ahí cuando más falta hacía, cuando sólo él podía escuchar cosas que nadie más quería que escuchara.

Y se ha ido. Hoy se ha quedado dormidito, soñando espero con todo el cariño que le dimos, y que es sólo una parte del que él nos dio.

Ya no ladrará cuando llamen a la puerta ni correrá a esconderse debajo de la cama. Pero si como dice Aiko, hay un lugar al otro lado del arco iris dónde van las cosas bonitas, correrá detrás de mil piedras, escondiéndose de mil cohetes y estará para siempre nuestro perro.


Hasta siempre 

TE HAS PREGUNTADO POR QUÉ LOS PERROS VIVEN MENOS QUE LAS PERSONAS? 

Aquí la respuesta (por un niño de 6 años). 
Siendo veterinario, fui llamado para examinar a un sabueso irlandés de 10 
años de edad llamado Belker. Los dueños del perro: Ron, su esposa Lisa y su 
pequeño Shane, estaban muy apegados a Belker, y estaban esperando un 
milagro.Examiné a Belker y descubrí que estaba muriendo de cáncer. 
Le dije a la familia que no podríamos hacer ya nada por Belker y me ofrecí para 
llevar cabo el procedimiento de eutanasia en su casa. 
Hicimos los arreglos necesarios, Ron y Lisa dijeron que sería buena idea que 
el niño de 6 años, Shane observara el suceso. Ellos sintieron que Shane 
podría aprender algo de la experiencia. 
Al día siguiente, sentí la familiar sensación en mi garganta cuando Belker 
fue rodeado por la familia. Shane se veía tranquilo, acariciaba al perro por 
última vez y yo me preguntaba si comprendía lo que estaba pasando. En unos 
cuantos minutos Belker se quedó dormido prácticamente para ya no despertar. 
El pequeño niño parecía aceptar la transición de Belker sin ninguna dificultad o confusión. Nos sentamos todos por un momento preguntándonos el por qué del lamentable hecho de que la vida de las mascotas sea más corta que la de los humanos. 
Shane, que había estado escuchando atentamente, dijo: ''Yo sé por qué.'' 
Sorprendidos, todos volteamos a mirarlo. Lo que dijo a continuación me 
maravilló, nunca he escuchado una explicación mas reconfortante que esta. 
Este momento cambió mi forma de ver la vida. Él dijo: 
''La gente viene al mundo para poder aprender cómo vivir una buena vida, 
cómo amar a los demás todo el tiempo y ser buenas personas, ¿verdad?'' 
El niño de 6 años continuó: 
''Bueno, como los perros ya saben como hacer todo eso, pues no tienen que 
quedarse por tanto tiempo como nosotros.'' 
RECUERDA, SI UN PERRO FUERA TU MAESTRO, APRENDERÍAS COSAS COMO: 
Cuando tus seres queridos llegan a casa, siempre corre a saludarlos. 
Nunca dejes pasar una oportunidad para ir a pasear. 
Deja que la experiencia del aire fresco y del viento en tu cara sea de puro éxtasis. 
Toma siestas. 
Estírate antes de levantarte. 
Corre, brinca y juega a diario. 
Mejora tu atención y deja que la gente te toque. 
Evita morder cuando un simple gruñido puede ser suficiente. 
En días cálidos, recuéstate sobre tu espalda en el pasto. Cuando haga mucho calor, toma mucha agua y recuéstate bajo la sombra de un árbol. 
Cuando estés feliz, baila alrededor, y mueve todo tu cuerpo. 
Deléitate en la alegría simple de una larga caminata. 
Sé leal. 
Nunca pretendas ser algo que no eres. 
Si lo que quieres está enterrado, escarba hasta que lo encuentres. 
Cuando alguien tenga un mal día, quédate en silencio, siéntate cerca y  suavemente hazles sentir que estás ahí. 


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